jueves, 29 de septiembre de 2011

El detalle imprevisto

Cuantas veces no nos percatamos de aquellos momentos fugases suscitados en el desarrollo de los eventos culturales, al margen de la cobertura periodística del mismo, que bien valen la pena ser registrados por el lente de la cámara, en una imagen que lo diga todo.
El presente ensayo fotográfico es la recopilación de cuatro personajes distintos captados en cuatro eventos  diferentes (tres de ellos dados en el mismo escenario), con los cuales se puede armar una historia casual. Solo vasta estar en el momento indicado, en el local apropiado y con la sensibilidad adecuada para su registro posterior.



Basta con ver esa ternura dada entre el binomio madre hija, que mantienen estrecha relación afectiva, y que a través del ojo periodístico no he de permitir que se me escape; y que a pesar que la infanta perciba el  audible sonido del clic del obturador de la cámara, está busca refugiarse en la calidez de los brazos de su madre, mientras indaga visualmente de dónde provino ese inusual  sonido.


Nuestro camarógrafo que nada tiene que ver con lo sucedido, encaja muy bien en este ensayo fotográfico, como si él buscara el momento apropiado para su grabación.




En otro evento distinto llamó mi atención la actitud del niño quien, con lápiz y block en mano, está presto a delinear los trazos finos del rostro materno mientras, él que narra (yo), con velocidad lenta y un buen punto de apoyo registro el trazo furtivo del lápiz accionado por la tosquedad del movimiento de su manito, que en la toma final lo delinea mejor.


Aparentemente la concentración del operador registra cada detalle de la misma historia aunque en la realidad no fuera así.



Otoño en primavera, es la escena de estas damiselas, que posan para el lente de la cámara de video, mientras esperan la indicación del camarógrafo para iniciar la entrevista.


La reacción sudorosa del camarógrafo, lo dice todo, sin que esta toma tenga que ver con lo suscitado. Este es un ejemplo sencillo de cómo uno puede armar su historia de situaciones registradas en distintos hechos y que bien pueden encajar entre sí.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Ritmo Color y Sabor

Para querer lo nuestro, no basta con verlo, hay que sentirlo e identificarse con lo suyo, con su música, sus danzas, su folklor, costumbre corográfica y su idiosincrasia en la manera de interpretar cada uno de sus géneros. Así podremos decir que no se está captando una escena costumbrista, se está registrando la expresión vivida, con el coraje y la valentía venidos de desde nuestro Perú profundo para compartírnoslo y que hoy (viernes) se enorgullece al presentarse en la Plaza Bolívar con ocasión del programa puertas abiertas que difunde el Congreso de la República.




En nuestras danzas se da ese tácito coquear de géneros aunadas de coloridos vestuarios que dan realce interpretativo al desarrollo de la coreografía presentada, digna de ser perdurada a través de la imagen captada.


La música vernácula se hace presente con el vibrar de sus cuerdas aunadas al sentir de las voces que salen del alma del intérprete, a través de su quejumbrosa melodía ancestral que transmite el sentir de su pueblo, calando en lo más profundo de nuestro ser nuestro amor por lo nuestro.





Los danzantes de tijera, rivalizan entre sí sometiéndose a la destreza de sus pasos que ponen a prueba la habilidad y maestría de su oponente por no ser opacado, al final ambos se despiden del público en medio de aplausos por la exquisitez de la coreografía presentada.








De la convivencia surgida del mestizaje de todas las sangres del que se constituye nuestra nación, tiene su origen una variedad de géneros musicales y coreografía de danzas que se dan a conocer ante la mirada y admiración de  de nuestros conciudadanos y turistas que nos visitan los fines de semana para reencontrarse con sus raíces culturales, que todas ellas son el crisol de nuestra cultura nacional.    





Desde las ubérrimas tierras en los ande Ancashino, nos visitan todo esa expresión en sus mascaras, la vistosa combinación de su buen vestir en sus trajes regionales que dan realce a su interpretación al son de su música que es acompañada del intérprete que da ritmo al son del sonar de su quena y el retumbar de su tambor.






La vistosa y elegante indumentaria presentada por la palla Coronguina, alhajada con oro y plata, danza ante la mirada de los presente con armonioso menear de su cadera, al son del tambor marcado por el pausados pasos cortado que le da vida en el abatir de las frondosas mangas que realza la fina estampa de la mujer ancashina.











El Festejo, de Ritmo erótico-festivo típico representativo del mestizaje negro peruano vigente en Lima e Ica. La letra suele ser de asunto festivo y su ritmo es vivo en compás de 6/8. Su fuga tiene una antifonía de solista y coro. La orquesta se compone de Guitarra, Cajón, Quijada y Palmas. Este alegre baile  ha adquirido en los últimos años gracias a sus contagiantes ritmos (y por supuesto gracias a sus movientes caderas) renovada popularidad.




Eventos Artísticos


http://cesarcoxb.blogspot.com/2009/09/eventos-artisticos.html

sábado, 10 de septiembre de 2011

Exposición de Artesania

Durante la década del ochenta a consecuencia del terrorismo que se vivía en el país y ante el peligro eminente que ello representaba, muchos de nuestros conciudadanos, que moraban en las comunidades campesinas de la serranía, se vieron en la necesidad de abandonarlo todo para poder así buscar un refugio para ellos y sus familias en las distritos lindantes de Lima.  Tal es el caso de estos artesanos que abandonaron su pueblo natal y a duras penas resurgieron su ancestral artesanía con la adaptación de las técnicas vanguardista del momento, le han dado a sus trabajos en cerámica una alta calidad de excelente acabado que han sido merecedores de elogios, ganando el reconocimiento por su tenacidad lograda en los primeros puestos en los certámenes de género dentro y fuera de nuestro territorio nacional.    


El grupo familiar Ichimay Wari (cultura andina en la región Ayacuchana), de artesanos ayacuchanos, entre ellos los ceramistas Vidal Gutiérrez, forman parte de la primera generación de artesanos ayacuchanos que migraron a la capital. La asociación cuenta con tres líneas de alta calidad en la  producción de cerámicas, tejido en telar y retablos. Asimismo ellos son participes de visitas turísticas programadas a sus talleres artesanales donde se puede participar en el proceso de la producción.  





También se brinda en ellos (talleres) comida típica tradicional, como es el caso de la Pachamanca tres sabores a base de pollo, carne de res y cerdo. Los pueden visitar en el jirón Jorge Chávez Manzana 24-A Lote 3, Nuevo Lurín; antigua Panamericana Sur Km. 39.5; (www.vgceramicas.com).





La reciente Asociación Jataray Wari, creada en el año 2008 por artesanos ceramistas provenientes de Ayacucho, resalta sus arraigadas raíces y costumbres de su natal pueblo Quinua, Ayacucho, en sus retablos e iglesias. Hoy residen en Huertos de Villa en el distrito de Chorrillos. Referencia Felix_arte@hotmail.com.







Los tejidos en telar de doña Elvia Paucar, hija de Don Santiago Paucar quien recibiera en el año 1993 la condecoración de Gran Maestro de la Artesanía Peruana y de Doña Jovita Orihuela, muestra la técnica del telar que aprendió de su padre y el arte del teñido a base de tintes naturales que aprendiera de su madre. Ella mantiene vivo los ancestrales diseños y técnicas de San Pedro de Cajas (Junín) con la destreza del telar, que consiste en introducir gruesas porciones de lana cardada en la urdimbre del tapiz de escénicos paisajes, cual fotografías paisajistas de gran aceptación en el mercado nacional e internacional. Su taller lo ubicamos en el jirón Unión 335 san Felipe – Comas Lima 07 Perú (elviapaucar@hotmail.com.)







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