domingo, 31 de marzo de 2013

Museo BCR

En la esquina que conforman el cruce de los  jirones Lampa con Ucayali (cercado de Lima), se ubica el museo del Banco Central de Reserva del Perú, en cuyo sótano uno puede apreciar la muestra arqueológica de huacos que vislumbran el desarrollo alcanzado por las principales culturas peruanas. En ellas uno advierte variedad de técnicas hecho diseño-arte del proceso histórico que caracterizó cada periodo cultural de las distintas civilizaciones que florecieron en nuestra tierra patria y que hoy nos expresan su acervó cultural característico de su entorno de su época, cual mudo testimonio ancestral de su pasado.   
Consultado los custodios que resguardan nuestro legado histórico, si es permitido fotografiar estas obras de arte de incalculable valor, me dieron su conformidad solo sin uso del flash y dado que me encontraba de paso por el lugar, recurro a la cámara del celular. Fijo el equipo al vidrio de las vitrinas y manipulando el mando de su programa para captar fotos, realizó el encuadre compositivo requerido para cada imagen fotografiada que acompaña el presente texto. 


Cultura Vicús

Sus principales restos de su cultura se encuentran en la región de Piura, en tumbas ubicadas en las faldas del cerro Vicús, de donde le proviene el nombre. Las representaciones son muy naturales y realistas, En ellas resulta característica las figuras humanas con nariz prominente, brazos muy delgados y alargados, ojos abultados trabajados con un tajo a manera de grano de café.
Los cerámicos Vicús son de muy variadas formas: botellas con asa estribo y gollete alto y recto; otros llevan un asa achatada tipo cinta y gollete corto y, existe también con asa canasta.
Hay piezas de doble cuerpo unidas por un tubo comunicante y asa puente cinta. La mayoría de estas piezas tienen uno de los cuerpos escultórico y el otro es una botella simple. Por lo general, en el interior del cuerpo escultórico se encuentra un elaborado sistema de circulación de aire y una serie de orificio que permiten su salida, con lo que producen sonidos agudos y penetrantes. Estos cerámicos son conocidos como “silbadores”.
Si bien sus formas son algo simple, lograron mejorar el acabado con decoración geométrica. Es en los cerámicos Vicús donde se encuentran los más claros exponentes de la pintura negativa. Técnica que consiste en dibujar en la superficie del cerámico, antes de su cocción, una serie de círculos u otros diseños que son cubiertos con barbotina o arcilla muy liquida. El horneado de las piezas se hace en horno cerrado de tal manera que no sólo se cocina la arcilla, sino que el humo negrea la pieza. Al retirarla del horno, se le desprende la barbotina y el objeto queda de dos colores; rojizo en las partes que fueron cubiertas y negruzco la parte que tuvieron contacto con el humo.
A través de las representaciones en los cerámicos y de la cantidad de armas de metal, descubrimos que la guerra desempeña un rol importante en la vida diaria de los pobladores Vicús.
Los Vicús fueron grandes orfebres, dominaron diversas técnicas para fundir y trabajar los metales. La aleación de oro y cobre llamada “Tumbaga” sirvió para la fabricación de armas de gran dureza y apariencia dorada. 








Cultura Mochica


Se desarrolló en los valles de Chicama, Moche y Virú 200 años a.C. Son características de Moche las representaciones naturales y realistas de animales y personajes. En cuanto a la pintura, destacaron en las representaciones de actividades encontrándose imágenes de carreras, danzas, cacerías, combates, prisioneros, escenas de pesca en balsas, recolección de frutos, ofrendas, sacrificios o castigos y entierros. En cuanto al arte de los metales conocieron el laminado batido, alambrado, soldado y vaciado del oro, plata y cobre; así como sus aleaciones.
Todas las piezas de cerámicas son de base planas, asa estribo y gollete recto, fueron hechas con molde y cocidas en horno abierto. La decoración es siempre ocre sobre crema resaltando lo escultórico y los bajorrelieves. La cerámica se divide en 5 fases:
Moche I representaciones zoomorfas y antropomorfas naturales y realistas. Las Piezas son pequeñas, usa asa estribo, gollete alto y con reborde. Decoración ocre sobre engobe crema que cubre toda la pieza incluyendo la base.
Moche II similar a la anterior, la cerámica aumenta de tamaño, el asa estribo se adelgaza, el gollete se hace más alto y el reborde disminuye; en la decoración aumenta las líneas gruesas con parte llenas.
Moche III aparece el llamado Huaco Retrato, las botellas son más grandes, el asa estribo alta y delgada, el gollete pierde el reborde; las botellas  combinan los elementos escultóricos con el cuerpo semiesférico, el dibujo es realizado en ocre sobre crema y ya no cubre la base de la pieza.
Moche IV se mezclan las representaciones antropomorfas y zoomorfas, aparecen con mayor frecuencia escenas de ceremonias, la cerámica aumenta de tamaño y el asa estribo se aligera adelgazándose y creciendo, el gollete es recto con ligero bisel hacia adentro. Aparecen los grandes platos con bordes explayados. El dibujo se realiza con línea fina y pocas áreas llenas.
Moche V desaparecen las representaciones naturalistas y proliferan escenas de ceremonias, pesca, combates y entierros. Las botellas se hacen menos escultóricas, no hay retratos, el asa estribo toma perfil más trapezoidal y el gollete se angosta hacia arriba.
Se caracterizan por su estratificación social, como testimonio de esto quedan importantes templos piramidales como el del Sol y la Luna en Trujillo. Su agricultura mejoró notablemente con el incremento de plantas cultivables y se usó guano como abono natural.










Cultura Paracas

Floreció en el sector de la península de Paracas unos 700 años a.C., destacó por su singular manufactura cerámica y los diseños de sus tejidos. Se le divide en dos períodos, por los patrones de enterramiento. La primera fase llamada “Paracas Cavernas”, tumbas colectivas excavadas en forma de caverna. La segunda es “Paracas Necrópolis”, donde los fardos funerarios fueron emplazados directamente en la tierra.
La cerámica de Paracas asume parte de la influencia Chavín, de forma simple, monocroma, a veces con pintura blanca, negra, aplicada pos cocción, se descubren matices amarillos y rojos con diseños geométricos, estilizaciones felínicas y ornitomorfas.
Las botellas se caracterizan por tener dos picos rectos unidos por una asa puente, en ocasiones un pico es reemplaza por una cabeza de ave, zoomorfa o antropomorfacon cuerpo de botella.
La textilería sobresalió por los elaborados mantos hechos tanto en algodón como en lana de auquénido, sobre estos tejidos se bordó con armonioso tonos multicolores. Se crearon diseños estilizados de animales, seres antropomorfos y variedad de dibujos geométricos. 


Cultura Chavín

Su centro de desarrollo se localiza en la zona andina del departamento de Ancash, que mantuvo un período de influencia desde el 1,500 al 300 a.C. Chavín de Huantar, lugar donde tuvo su eje, como centro ceremonial de gran relevancia, de donde parte los nuevos patrones de vida y organización de nuevas experiencias vinculadas a los asentamientos humanos y al desarrollo de actividades como agricultura, ganadería, metalurgia y el incipiente arte textil.
Su cerámica es de apariencia globular, hecho a mano con arcilla muy fina, donde definieron formas y golletes rectos con asa tipo estribo. Ceramios de color negro o gris, decorados con incisiones y figuras en relieve que mostraban atributos humanos, combinados con elementos felinos. Diseños vinculados a sustento religioso.



Cultura Chimú

Floreció entre los siglos XII y XV de nuestra era y destaca en el panorama arqueológico peruano por su alto nivel de desarrollo urbano que alcanzó y por la habilidad con que supo trabajar los metales.
El foco central de esta cultura fue la ciudad de Chan Chan, ubicada en la costa norte y construida sobre una superficie de 18 KM cuadrados con anchas avenidas, recintos amurallados y nueve palacios que lucen hasta hoy en día, vistosos y artísticos alto relieves trabajados en barro, en los que destacan figuras de aves, peces y otros animales estilizados así como variedad de diseños geométricos. Chanchan es conocida como la ciudad de barro más grande del mundo. La cerámica Chimú es predominantemente negra; fue trabajada con molde, producida en serie y adornada con incisiones y relieves con motivos geométricos. En el cuerpo de sus cántaros o vasijas representaron figuras de gran plasticidad. El rasgo más característico es el recipiente esférico, coronado por asa estribo de corte anguloso y que lleva, con frecuencia, un monito u otro pequeño motivo en la base del gollete. En el caso de ceramios de dos cuerpos, sólo uno de ellos tiene representación escultórica.
Los Chimú fueron excelentes orfebres, trabajaron oro, plata y cobre realizando elaborados procedimientos para la aleación de los mismos. Dominaron las técnicas del repujado, soldado, laminado, martillado, etc. La variedad y calidad de sus ornamentos, motivó la admiración de los Incas, quienes llevaron orfebres Chimú a trabajar al Cusco.
En cuanto al arte del trabajo textil, la cultura Chimú nos ha legado admirables ejemplos de tejidos en algodón y lana para los que usaron variedad de tintes naturales y diseños similares a los que plasmaron en sus construcciones arquitectónicas. 





Cultura Nasca


Se desarrollo en el actual departamento de Ica al sur de Lima en el año 200 a.C. Su área de desarrollo comprendió los valles de Chincha, Pisco, Ica y Nasca.
Los Nasca sustentaron su economía en actividades como el comercio, la agricultura y la pesca. Destacaron como pintores ceramistas, tejedores, urbanistas y astrónomos. Son ellos quienes elaboraron las famosas líneas de Nasca que se conoce con el nombre del gran Calendario, ubicadas entre Palpa y Nasca en la pampa de Socos.
Construyeron notables obras hidráulicas, como acueductos subterráneos, canales de irrigación y reservorios que se conservan y utilizan hasta hoy.
La cerámica Nasca pasó por tres etapas: en la primera los motivos favoritos fueron los inspirados en la naturaleza, los hicieron en forma realista representando animales y vegetales. La etapa intermedia se caracterizo por tener motivos abstractos dejándose de representar elementos de la naturaleza. La etapa tardía multiplica los motivos abstractos, logrando complicados dibujos, teniendo especial cuidado de pintar toda la superficie. A esta aparente necesidad de llenar de dibujo toda una superficie se ha llamado “Horror al vacío”. Emplearon hasta once colores. La decoración de la cerámica está inspirada en los tejidos, otros son geométricos y mitológicos. La forma más característica es el cántaro semiglobular de dos picos unidos por un asa puente; también confeccionaron tazas, ollas y vasos.
Trabajaron metales como el oro y el cobre para hacer narigueras, pectorales y adornos. Los restos arquitectónicos más importantes son el centro ceremonial de Cahuachi y La Estaquería.


  

Cultura Inca


Tuvo como centro la ciudad del Cusco. La gran expansión Inca comienza con la conquista de Cajamarca y del reino Chimú. Los Incas se consolidaron como imperio en el territorio comprendido entre Junín y el Lago Titicaca en la sierra central y sur. Cajamarca y el reino Chimú, alcanzando Pasto por el Norte y el río Maule por el sur, teniendo como límite oriental los Andes y la selva.
Aprovechando los conocimientos que durante milenios habían adquirido culturas anteriores, el gobierno de los Incas obtuvo con su extraordinaria organización la construcción de acequias, canales, andenes, caminos, tambos y depósitos, así como el aumento y mejor aprovechamiento de la producción agrícola, destinado todo esto a obtener un buen nivel de vida.
 En cerámica la forma más característica es la botella o aríbalo de cuerpo ovoide, gollete con la boca abocinada, base cónica, asa en el cuerpo y orejas en el borde del gollete.
En el territorio del reino Chimú, persiste el asa estribo, pero con gollete expandido y de color negro por la cocción en horno cerrado.
Toda la decoración es de mucha abstracción y simplificación, llegando a dibujos casi geométricos, mostrando a veces plantas, serpientes y aves.
El arte textil, en todas las técnicas conocidas hasta el momento, muestra la mismas decoración que la cerámica, pero hecha con más rigor y uniformidad.
En los objetos de metal, es notable la influencia Chimú pero con una decoración repujada y simplificada.
Los muros del Cusco, el templo de Coricancha, la ciudadela de Ollantaytambo y Macchupicchu así como la fortaleza de Sacsayhuamán, son obras maestras de arquitectura. Vilcashuamán, Huánuco Viejo, Huaytará, Tambo Colorado y la fortaleza de Paramonga son otros ejemplos. 




Cultura Chancay

La Cultura Chancay surgió entre los siglos XI y XV y se desarrolló en los valles de Chillón y Chancay. Esta cultura se deriva de la declinación de Wari. Recibe influencia de Chimú y sin embargo su anexión al Imperio Inca modificó muy poco sus características culturales.
La cerámica fue hecha con moldes y aplicaciones, se elaboró con mucha rapidez y en gran número por lo que no siempre estuvo bien cocida ni bien acabada, se utilizó generalmente el horno abierto. La decoración se realizó con línea negra sobre engobe blanco en superficie áspera; utilizaron líneas rectas, zigzag, líneas de triángulos con puntos y todos estos diseños de inspiración textil usando grandes áreas negras y a veces rojas.
Las formas de su cerámica son: ánforas de cuerpo ovoide con gollete ancho, bajo y de perfil curvo. Hay también ánforas antropomorfas en las que el gollete es un tocado; figuras féminas de pie con cabeza aplastada y los brazos extendidos pero muy cortos, botellas escultóricas con gollete, botellas de dos cuerpos comunicantes y figuras escultóricas con gollete cónico muy alto y asa cintada. Existen también vasos altos y platos con pedestal.
Los Chancay fueron expertos tejedores, sus tejidos son similares a los de Chimú pero menos rigurosas. Son notables sus gasas ornamentales con figuras entrelazadas de aves, peces y motivos geométricos. Su textilería es muy conocida también por su coloridos tapices, brocados, encajes bordados y tela pintadas.
Los restos arquitectónicos más importantes son los centros ceremoniales de Pisquillo Chico en Chancay y Zapallón en Chillón. Es votable la inmensidad de los cementerios de Lauri en Chancay y el de Ancón.



Cultura Wari


Tuvo un área de expansión muy amplia, su ciudad principal fue Wari en el actual departamento de Ayacucho de allí abarcó los valles de Nasca, Chillón y Lurín por la costa sur y Jequetepeque y Cajamarca por la costa norte. Tiene una antigüedad que va desde el 600 d.C. hasta mediados del siglo XI.
Las formas de la cerámica fueron las botellas de gollete semi cónico y vertical; vasos y tazas con leves relieves. Se han encontrado pocos platos, algunas cantimploras y piezas de doble cuerpo de los que uno es escultórico con gollete ancho y bajo. Existen también botellas semi esféricas con dos golletes cónicos y asa puente. Salvo las cantimploras todos los ceramios son de base plana. Los alfareros utilizaron el horno abierto y trabajaron la arcilla hasta lograr piezas de paredes gruesas. La decoración se realizó sobre fondo ocre, rojo, gris o negro y se utilizó el delineado negro o blanco. Son frecuentes los chevrones, dameros y diseños geométricos, Representaron a su deidad principal con rasgos antropomorfos y zoomorfos; lleva colmillos de felino, lacrimales, deidades de penachos de plumas y a veces cabezas de falcónida y serpientes. La representación de esta deidad está asociada a la imagen que aparece en la puerta del sol de Tiahuanaco a cuya cultura y desarrollo se encuentra íntimamente ligada Wari.  
El pueblo Wari logró un destacable nivel en la textilería, elaboraron tapices, brocados, doblestela, terciopelos, telas llanas pintadas y plumarios que se convierten en formas geométricas estilizadas.
En cuanto a la arquitectura se conocen las ciudades de Piquillacta, Cajamarquilla y Pachacamac con escaleras, rampas, construcciones de piedra y/o adobe y conjuntos amurallados.



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jueves, 14 de marzo de 2013

Perros

Los perros, sean estos callejeros o domestico, asume una peculiaridad en el dormir que a más de uno nos ha causado curiosidad por verlos. Las vistas presentadas en esta nota, las he captado con cámara de celular, de bolsillo y profesional, según la circunstancia en que me encontraba para su toma, con lo cual es bueno estar preparado en el uso y el manejo tecnológico de dichos equipos.
De preferencia, a los canes, se le han de tomar con lentes largos (teleobjetivos) para no invadir su privacidad, ya que nuestra sola presencia es percibida  a un cuando estos reposan, manifestándolo al orientar la oreja al oír obturar la cámara. La toma se ha de efectuarse al nivel de ellos, lo cual nos obliga a agacharnos y estar premunidos ante un eventual ataque por molestarlos. 






Las mascotas toleran el que les tomemos de cerca, dado que al percibir el ruido de la cámara, solo nos olfatearan para continuar con su descanso.
Solo queda observar el momento indicado para efectuar la composición y el encuadre requerido con la que sea de fotografiar.